Diferencias

Hay muchos peligros

Cosas fáciles, difíciles

Y gente buena y mala

Aventuras, desventuras sin parar

Silba fuerte, fuerte

Y el problema no es problema 

Porque siempre hay un amigo

Que desea estar contigo y ahí está

Siempre me hizo gracia esa canción, como siempre me gustó la serie. ¿Que qué serie es? Pues La Vuelta Al Mundo En 80 Días. Ésa fue una de las grandes series de mi infancia.

D'Artacán, Gargoyles, Tom y Jerry, Los Looney Tunes (adoraba al Coyote y al Correcaminos), Digimon, Pokemon, Reena y Gaudi, Beetlejuice, Daniel El Travieso, Chicho Terremoto, El Inspector Gadget...

Me encantaba Mr. Bumpy, un muñeco verde de plastilina que vivía bajo la cama de un crío. Su novia era una muñeca de trapo, y su mejor amigo, un guante de cocina azul. Eran bastante asquerosetes: comía calcetines sudados y kleenex usados. Y lo daban a la hora de la comida :D Me encantaban.

Dejando eso a un lado, ¿de qué iban las series de cuando yo era pequeña? De animalillos simpáticos, de niños estableciendo vínculos con ellos, adaptaciones de grandes obras literarias... No digo que todas fueran maravillosas, pero al menos tenían algún contenido. Y si no lo tenían, al menos hacían gracia de verdad y no resultaban estúpidos.

¿Qué tenemos hoy en día? Bob Esponja. Un dibujo sobre una esponja totalmente retrasada, que "vive en el fondo del mar" con un amigo llamado Patricio, aún más retrasado. Hace hamburguesas y es repugnante.

En cierto modo, me recuerda a Mr. Bumpy (aunque eso era mucho más gracioso), con la diferencia de que por aquel entonces, había muchas más series buenas que podías permitirte ver algo asqueroso y tonto. Y me consta que no todo el mundo lo veía. Hoy en día, Bob Esponja es una especie de rey entre los dibujos animados.

Nos estamos cargando la infancia. No sólo Disney ya no hace películas como las de antes (que los niños podrían molestarse en ver, dicho sea de paso ¬¬ ) sino que no hay series de calidad. ¿Hannah Marrana? ¿Los Jonas Brothers? ¿Eso es lo que tienen que ver los niños de ahora?

Dejo toda mi esperanza en Phineas y Ferb, esos niños que no están dispuestos a perder su tiempo y emplean todos los días de su verano en hacer cosas impresionantes: desde construir una montaña rusa, ser cantantes famosos por un día hasta descubrir la Atlántida.

Por lo pronto, seguiré reviviendo recuerdos de los tiernos primeros años de mi vida.