miércoles, 31 de marzo de 2010











Imagen sacada de http://giljimbo.deviantart.com/


-¿Y vas a dejar que lo lleven? -preguntó Conina, sinceramente asombrada.
-Alguien tiene que impedirlo. Pero, desde mi punto de vista, ¿por qué yo?
-¡Porque dijiste que era el símbolo de la magia! ¡Aquello a lo que aspira todo mago! ¡No puedes permitir que se lo lleven así como así!
-Mírame y verás.
Rincewind se sentó cómodamente. Se sentía extrañamente sorprendido. Estaba tomando una decisión. Era una decisión suya. Le pertenecía. Nadie se la imponía. A veces, le parecía que su vida entera consistía en meterse en apuros a causa de lo que querían otras personas, pero en esta ocasión era él quien estaba tomando una decisión, y eso ya era el colmo. Desembarcaría en Al Khali y buscaría alguna manera de volver a casa. Que otro salvara el mundo, por su parte le deseaba mucha suerte. Estaba tomando una decisión.
Frunció el ceño. ¿Por qué no estaba satisfecho?
Porque es una decisión errónea, imbécil.
Genial, pensó, ya estoy harto de voces en la cabeza. Lárgate.
Pero yo vivo aquí.
¿Quieres decir que eres yo?
Tu conciencia.
Ah.
No puedes dejar que destruyan el sombrero. Es el símbolo
... muy bien, ya lo sé...
El símbolo de la magia bajo el control de la razón. Magia bajo el control de la humanidad. No querrás volver a aquellos oscuros iones...
¿Qué?
Iones...
¿Quiero decir eones?
Eso. Eones. ¡No querrás volver a esos oscuros eones, cuando reinaba la magia en estado puro! El tejido de la realidad temblaba todos los días. Era espantoso, me lo digo yo.
¿Cómo puedo saberlo?
Memoria racial.
Anda. ¿Y yo tengo una de ésas?
Bueno... parte de una.
Sí, muy bien, pero... ¿por qué yo?
En lo más profundo de tu alma, sabes que eres un mago de verdad. La palabra "mago" está grabada en tu corazón.
-Sí, lo malo es que siempre me encuentro con gente decidida a comprobarlo -dijo Rincewind, alicaído.
-¿Cómo dices? -se interesó Conina.
Rincewind contempló la macha del horizonte y suspiró.
-Nada, hablaba solo.

Rechicero, Terry Pratchett


Por fin me estoy leyendo uno de los libros de Mundodisco xDDD Siempre había tenido curiosidad y Marta me ha dejado éste... y muero. La verdad es que tiene partes geniales xD

El caso es que yo también tengo una vocecilla de ésas. De conciencia, no de esquizofrenia, claro (creo).

Últimamente anda algo... en su propio mundo de neuronas. Adormilada. ¿Alguien sabe cómo se despierta?





PD: quiero un Cappie *__________________*

miércoles, 24 de marzo de 2010

Moi



Me ha dado por ponerme a pensar... y me he dado cuenta de lo muchísimo que he cambiado en estos cuatro últimos años. Han pasado determinadas cosas, han cambiado otras y yo he ido cambiando.

Es lógico, claro. Todo el mundo cambia.

Creo que he cambiado para mejor, por lo menos. No sé si todo el mundo piensa lo mismo. Pero por lo menos, yo me siento cada día mejor. Así que... sí, he cambiado. Y para bien.

¿A qué viene esto?

Es solamente una reflexión que no me ha llevado a nada especialmente interesante. Puede que a deducir que los cambios son buenos. No es una deducción grandiosa, ya. Pero en fin xD


martes, 16 de marzo de 2010

Confianza




 ¿Sabes cuál es la definición de la primera acepción de la palabra confianza según la Real Academia Española? Simple y llanamente: "Esperanza firme que se tiene de alguien o algo".

Hay muchas cosas que la RAE no dice y que habría que tener en cuenta, pero bueno, en esencia la definición es buena y concisa. Pero, por ejemplo, debería incluir que es muy necesaria para las relaciones sociales. Debería añadir que para que la primera acepción tenga lugar, primero debe cumplirse la segunda: "seguridad que alguien tiene en sí mismo".

De todas maneras, la confianza es también algo muy subjetivo. Cada persona la ve de una manera. Hay quien dice que la confianza da asco. Hay quien no la considera en absoluto importante.

Para mí sí lo es. Para mí es la base de muchas cosas. O más bien: es la base de todas las cosas.

De la amistad.

Pues bien, yo tenía confianza en ti. Y la he perdido.

No ha sido voluntariamente, que conste. Digamos que la confianza es como una tela cuidadosamente confeccionada con tiempo (a veces más, a veces menos) y cariño. Pero lo que tú has hecho ha sido coger un hilo que sobresalía de una esquinita. Y has tirado. Y haaas tirado cada vez más hasta que has destrozado esa tela y yo ya no tenía por dónde coger.

No sé qué hacer. No parece que te importe que me lo plantee.

He perdido la confianza en ti, repito.

Pero... sospecho que tú también la has perdido. No la confianza en mí, sino la que tenías en ti misma. Y llegados a este punto no sé cómo hacer que la recuperes.

A lo mejor no es cosa mía. Eres tú quien debe dar el primer paso.

Hazlo.

Por favor, hazlo.

Quiero volver a confiar en ti. Necesito volver a confiar en ti.

Y no me dejas...