lunes, 30 de agosto de 2010

Maldita seas, cruz

¡Saludos desde Potes! :D

En fin, que ando perdida por este pueblecito de Picos de Europa, como estuve hace cinco años. Precisamente, la otra vez que estuve aquí me quedé con la cosilla de subir a la Cruz de la Viorna. ¿Qué es? Pues una cruz plantadita en lo alto de un monte desde donde las vistas deben de ser increíbles. Así que yo quería subir.

Hace cinco años mi padre y yo, con el coche, estuvimos probando diferentes carreteras a ver si conseguíamos subir hasta arriba. Este año fuimos más sensatos y fuimos a la oficina de turismo a preguntar. Para empezar, no hay una cruz. Hay dos. Cada una en un monte distinto :D Pero bueno, nosotros (yo) queríamos subir a la de La Viorna y punto.

Para empezar, ésta es la cruz:


En serio, que está ahí, ¡de verdad! Mirad de nuevo :D



Exacto, está a tomar por culo para arriba *_____*

La cosa empezó bien, fuimos a desayunar y luego a coger el coche:

Yo: pero que sepas que pienso sacarle fotos a todo :D *y me paré en seco para hacer una foto*

 

No sé cómo mi padre no me dio una colleja por lo menos e.e

En fin, llegamos a Maredes, un pueblo muy... pueblo. Vamos, cuatro casas mal contadas. Y vimos un anuncio sobre la cruz. Se me olvidó hacerle fotos, pero eso se arregla fácil:

 


Según eso, el camino azul iba por el oeste y era de poco más de 2 km y algo. El rojo, de 1 km. Lógicamente el que fuera más corto quería decir que iba a ser más empinado, así que tras ubicarnos sobre dónde estaba el oeste, cogimos el camino de la izquierda y a subir. El mapa también decían que el desnivel que salvaba el camino que habíamos cogido era de 200m. Y UNA MIERDA :D

Veréis, es que a lo mejor la altura total sí que eran 200m, pero aquello subía, y luego volvía a bajar otro poco, y otra vez para arriba, y luego otra vez para abajo... Vamos, que no acababa nunca. El caso es que como véis, el camino primero se aleja de la cruz, luego gira y vuelve hacia ella. Así que cuando nos encontramos con la bifurcación, nos encontramos con un problema.

 


Y en medio de la bifurcación, esto:


Mi padre: ¡ESO ES UNA SEÑAL! *______*
Yo: Ya, ¿y qué indica?
Mi padre: Ah, eso ni idea :D

Bieeeeeeeeeen. Así que nos detuvimos a observar los dos caminos (lo que se veía desde donde estábamos). El de la derecha primero bajaba, luego había que atravesar un campo, y luego subía haciendo zig zag por una cuesta muuuuy empinada. El de la izquierda, seguía para delante y parecía que giraba más allá, pero sin ser tan empinado. Volvimos a coger al de la izquierda.

En esto, ya llevábamos subiendo tal que media hora. Mi problema era que mis zapatillas eran relativamente nuevas y me iban destrozando los dedos, wiiii.

Poco rato después, empezamos a plantearnos el hecho de que posiblemente no vayamos bien :D Pero no pasa nada, seguimos subiendo y... finalmente, llegamos a una pequeña loma y nos ponemos a observar el panorama. Desde donde estábamos, ya estábamos a una altura suficiente como para ver la cruz, que teóricamente estaban en aquel pico que habíamos dejado atrás.



No puede ser.

Ni con zoom esta vez.

Nuestra conclusión fue que la cruz debía estar al otro lado de esa subida y por eso no la veíamos. El caso es que el camino que estábamos siguiendo no dejaba de seguir y no giraba nunca hacia la derecha para dar la vuelta y volver en esa dirección. Sino que giraba hacia la izquierda.

Para entonces ya llevábamos subiendo una hora y yo llevaba en este estado un buen rato:



Así que no exterioricé nada, conservé la calma y demostré mucho de eso que dice Goyo Jiménez que tienen las madres americanas: saber estar (así que tendré que casarme con un americano y procrear).

¿Conclusión? Mi orientación es pésima. Pero eso no es lo triste, ¡nooo! Lo triste es que mi padre, que siempre presume de saber orientarse incluso de noche, de haber hecho la mili en Canarias (que se ve que eran los chungos, por eso de que eran de la COE: Compañía de Operaciones Especiales) también tiene una horrible y errónea orientación :D

Y mientras voy pensando esto de la que bajamos, mi padre suelta la siguiente frase célebre de su cosecha:

- Al guerrillero le han fallado los planos, no la orientación.

...

...

Ajá. Lo que tú digas, papá.

En ese momento no sé cómo no le maté yo a él *______*

Bueno, bajar bajamos en un momento y al llegar abajo nos dispusimos a comer nuestros bocatas. No les habíamos dado ni un bocado, y recibimos una visita de lo más espontánea:


Hay quien dice que los perros son bobalicones, que los gatos siempre son más listos. ¿Bobalicones los perros? Bobalicones los que lo dicen eso :D

Pero bueno, después de eso no pasó ya nada. Subimos al coche, me descalcé para evitar que las zapatillas se comieran mis dedos (que si luego me quiero poner sandalias queda muy feo ò.ó) y de vuelta a casa.

De la que nos íbamos en el coche estuvimos observando la loma en busca del camino correcto, y llegamos a la conclusión de que el que cogimos ni siquiera era una de las dos opciones. Se ve que esos caminos se cogían detrás del pueblo, tendríamos que haber rodeado las cuatro casas para verlos ;_;

Lo cierto es que hice fotos preciosas, pero subir hasta la cruz sigue entre mis retos personales (tengo varios, ya subiré una lista *-*) y para el año que viene, que volvamos a subir a la cruz y hagamos el Camino de Santiago, pienso estar en mucha mejor forma que mi padre y tener muuucha mejor orientación ò_Ó




 

Por cierto, en el coche íbamos escuchando Texas. Mi padre cuando quiere tiene buen gusto musical xDDD

Mañana me voy de ruta a caballo. Por dioh, ¡qué asilvestrada estoy últimamente!




PD: qué bien me lo paso con el paint *_________*

2 comentarios:

Laura dijo...

LOVE IT. Es tu odisea personal, yo que tú escribía unas crónicas *-* xDDDD

Ironicworld dijo...

Me he mofado muchísimo con la entrada. Recuérdame que nunca me vaya contigo de caminata :D xDD
En serio, qué grande.
(LLLLLLLLL)